sábado, febrero 16, 2008

Ay, del peregrinar golondrino y su trayecto... aquí nuevos pasos para coleccionar


VIGÉSIMO TERCER PASO

El jueves 14, desde temprano, los golondrinos preparamos afiches y cuadritos y publicaciones para la presentación. Aún con el Carli, la Emi, la Pato, la Marce, Sergio, Asaí y Caetana en la casa del cerro Monjas. Arman mochilas también y salen finalmente para la TIAO, ya de tardecita. Siete y pico, con casi todos sus bultos a cuestas (dejan las frazadas olvidadas). Yungay 1772 es la cita, casa TIAO, dos habitaciones dispuestas bien a la entrada, cartel amarillo en la puerta avisando de la actividad. Una mesa para la feria y graffittis casaescuelafábricos en las paredes. Gente empieza a circular y más gente y más. De los que están en la casa y de los que de afuera vienen. Y hojean y preguntan y se paren diálogos e intercambios y entre vaivenes, taller literario arranca. Somos dieciséis personas de orígenes, edades, residencias y destinos diferentes. De trayectos que se cruzan, sentados en una ronda redondoide. Los golondrinos hablan brevemente de la CASAESCUELAFÁBRICA, de SomosViento y del taller literario sanfrancisqueño Hacemos Bollitos. Daniela, que vive en la TIAO, trae lapiceras y lápices, para que nadie se quede sin. Un amigo payaso ya ha regalado narices coloradas a los presentes ("es mi aporte", sonríe). Y entonces, tres montones de bollitos de papel en el centro de la escena. Nuestros nuevos amigos familia (Marce, Emi, Pato y Carli) están aquí también. Las pequeñas Lala y Asaí, corretean con otros niños. "Personajes", "Lugares" y "Títulos", los tres bollitos. Al azar, cada jugador literario se hace de sus tres papelitos y empiezan entonces las sonrisitas y las agarradas de cabeza. Como en nuestro San Francisco, así aquí también. Algunos terminan rápido, otros no tanto. Algunos aprovechan para recorrer y conocer más la okupa, siguen los intercruces. Llegó la hora de la lectura. Una lapicera gira en el centro de la ronda, son casi las once de la noche. El capuchón apunta y a la Marce le toca arrancar leyendo. Hacia la izquierda, seguirá la rueda; leemos todos, uno tras otro. Sonreímos con algunos textos, oímos con mucha atención. Textos ficcionales, otros más intimistas. Casi como al revés, al acabar las lecturas nos presentamos los que estamos, todos, y nos contamos los orígenes y los trayectos y nos motivamos a mantenernos en contacto y con un aplauso nos despedimos. La Emi, la Marce, la Pato y el Carli, con las niñas, vuelven al cerro Monjas. Los golondrinos pasarán la noche en la TIAO. La madrugada los encontrará encontrándose en un bar de calle Cumming con el Negro y el Chancha, dos mendocinos amigos, más Cano y la Nati, dos artistas callejeros. Un ponche y a dormir. A descansar.










































































































































































































































































































































































































































































































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