no-logo;
"el Cj es mejor que el Viceroy",
sentencia Diego.
Jorge niega con la cabeza
y redunda con su índice derecho
(el de su mano)
en vaivén metronómico.
En el ocaso de las grandes marcas,
no-logo,
Marlboro no conversa.
En el ocaso de las grandes marcas,
no-logo,
yo sólo quiero un Parliament de prestado.
"Tengo ganas de fumar, muchas ganas de fumar",
dice Jorge,
"Dame lo que tengas".
Un CJ se vuelve humo
y la noche sigue su curso
en el ocaso de las grandes marcas.
PelAdo.
* texto producido en taller literario sanfrancisqueño Hacemos bollitos, el último domingo de noviembre de 2005