domingo, julio 31, 2005

H O G A R

Si hay puertas, hay adentro y hay afuera.
y si no hay puertas?
dónde rompen las olas del mar si no hay arenas?

las puertas están de más, gracias; no las necesito

si hay casa, hay lugar. y si no hay casa?
si no hay mar, dónde queda toda esa fuerza incontrolable?

si la casa era un hogar
y la casa ya no está,
qué pasa con el hogar?

si el hogar era tan sólo una casa,
el hogar nunca fue hogar,
siempre fue tan sólo casa...

y,

sino,
está siendo,
de miles de formas diferentes,
se está reproduciendo

y el no tener casa
hace que el hogar
germine de modo impensado
hacia formas otras
de las calculadas

quizás en ese camino se pierdan
gemas valiosísimas
pero de eso se trata el tránsito:
del paso de tener casa a dejar de tenerla:
de suprimir lo escasamente superficial
para hallar en lo oculto
en lo dejado
lo que el hogar nunca dejó / nunca ocultó

la casa se va
y así las golondrinas,
peregrinan rumbo de estaciones más alegres
buscan devenires otros;

eliminando el punto de referencia
los puntos de fuga se disparan
descubriendo fisuras
y horizontes múltiples.

una casa es una casa
con puertas o sin ellas
un hogar es un hogar
con casa o sin ella.

PABLO PELADO RODRÍGUEZ
para
laspuertassondeadorno

Prudente

Una piedra rodante rodando baja como por un carril ferroviario, prudente, para acabar trepándose a tus hombros. Abrís la espalda, la hacés ancha y más ancha; una punta filosa te hace sangrar. Por el hombro, por el cuello, por la nuca. Por ahí. Una lágrima pesada denuncia el abuso. Oídos sordos a la protesta, sujetás la piedra con tus dedos. Otra, otra, otra y otra lágrima más; te alzás y te echás a andar. Tu camino es como el camino de la piedra rodante. Como por un carril ferroviario, prudente.
PABLO RODRÍGUEZ