Caminando por Av. Urquiza escucho y veo pasar ambulancias y bomberos, algo feo pasó. Me reconforto al llegar un mensaje de texto de Mela que está todo bien y que el viaje va tranquilo y sereno rumbo a Rafaela nuevamente. Igual algo feo pasó, alguien (lamentablemente) no la pasó tan bien como yo y el resto de los vientistas cordobeses, rafaelinos y locales.
Eran las 5:54 de la mañana del domingo, lo recuerdo porque justo después del mensaje miré la hora y yo seguía con fiebre de sábado, en busca de la muchachada supuestamente entablada en Euro pub desde hacia rato.
Es que sentía o tenía la necesidad de que esa noche no termine nunca, que la gente no se valla, que el repiqueteo de los tambores africanos y la música de SKA-P no terminen jamás. Por ahí me tiro a pensar con la idea de que el hombre debiera existir una noche feliz y morir al amanecer anaranjado del Sol; esta bien, esa puede ser la noche, la del sábado 28 de Julio del 2007. Permítanme contar como se llego a vibrar esa fiesta:
Desde hacía más de una semana se movía el “staff” de Somos Viento para confirmar artistas y visitas, pegar afiches en el barrio, acomodar el salón y gritar al viento lo que iba a ser “la fiesta” del primer aniversario desde que las vacas vuelan en la esquina de Juan de Garay y Brasil.
Lo difundieron en la radio en más de un programa, y en los diarios locales más de una vez. No sabemos como pero lo logramos con mucho esfuerzo, principalmente de Pelado (gran creador de gacetillas).
Comenzó el viernes y ya las muestras y la peli que nunca fue. A las 16 horas estábamos todos allí acomodando muestras en un espacio que se descompaginó y compaginó más de una vez y que, para mi gusto inexperto, se veía de diez.
El DVD no llegaba y la película se esperaba, salimos de improvisto a buscar el aparato con Pampero, que estaba trabajando un poco en lo suyo y cumpliendo a la vez con la organización. Después a encontrar la vuelta para que llegue la señal al TV y se transforme en imágenes del film de Gleyser traída por Lucrecia.
Y llego la gente y Brian, y yo con el berretín de publicar la producción del taller literario “Hacemos Bollitos”. Salí a saludar desde la casa de María. Contamos un poco de quines somos, que hacemos, que haremos hoy y que mañana; y ya rodando las 21:30 se largó la película Los Traidores con un fundamento que lo puede explicar exclusivamente Pelado.
Pero la tecnología nos falló, la película tartamudeaba y no dejaba ser disfrutada. A algunos no les importó tanto otros si la querían ver, pero bueno.
Termino las revistitas del taller! La dejo en la mesa de publicaciones acomodada por María y termino la noche charlando con Juli (hija de María) junto a gente que se va conociendo en estos espacios. Ya a las 00:30 me voy a casa agotado mas que nada por el trabajo de la tarde y me acuesto con la certeza y la tranquilidad de que el sábado tendrá una noche inolvidable. ¡Dicho y hecho!
Eran las 5:54 de la mañana del domingo, lo recuerdo porque justo después del mensaje miré la hora y yo seguía con fiebre de sábado, en busca de la muchachada supuestamente entablada en Euro pub desde hacia rato.
Es que sentía o tenía la necesidad de que esa noche no termine nunca, que la gente no se valla, que el repiqueteo de los tambores africanos y la música de SKA-P no terminen jamás. Por ahí me tiro a pensar con la idea de que el hombre debiera existir una noche feliz y morir al amanecer anaranjado del Sol; esta bien, esa puede ser la noche, la del sábado 28 de Julio del 2007. Permítanme contar como se llego a vibrar esa fiesta:
Desde hacía más de una semana se movía el “staff” de Somos Viento para confirmar artistas y visitas, pegar afiches en el barrio, acomodar el salón y gritar al viento lo que iba a ser “la fiesta” del primer aniversario desde que las vacas vuelan en la esquina de Juan de Garay y Brasil.
Lo difundieron en la radio en más de un programa, y en los diarios locales más de una vez. No sabemos como pero lo logramos con mucho esfuerzo, principalmente de Pelado (gran creador de gacetillas).
Comenzó el viernes y ya las muestras y la peli que nunca fue. A las 16 horas estábamos todos allí acomodando muestras en un espacio que se descompaginó y compaginó más de una vez y que, para mi gusto inexperto, se veía de diez.
El DVD no llegaba y la película se esperaba, salimos de improvisto a buscar el aparato con Pampero, que estaba trabajando un poco en lo suyo y cumpliendo a la vez con la organización. Después a encontrar la vuelta para que llegue la señal al TV y se transforme en imágenes del film de Gleyser traída por Lucrecia.
Y llego la gente y Brian, y yo con el berretín de publicar la producción del taller literario “Hacemos Bollitos”. Salí a saludar desde la casa de María. Contamos un poco de quines somos, que hacemos, que haremos hoy y que mañana; y ya rodando las 21:30 se largó la película Los Traidores con un fundamento que lo puede explicar exclusivamente Pelado.
Pero la tecnología nos falló, la película tartamudeaba y no dejaba ser disfrutada. A algunos no les importó tanto otros si la querían ver, pero bueno.
Termino las revistitas del taller! La dejo en la mesa de publicaciones acomodada por María y termino la noche charlando con Juli (hija de María) junto a gente que se va conociendo en estos espacios. Ya a las 00:30 me voy a casa agotado mas que nada por el trabajo de la tarde y me acuesto con la certeza y la tranquilidad de que el sábado tendrá una noche inolvidable. ¡Dicho y hecho!
Juntos nuevamente a partir de las 16:00 de la tarde, reacomodamos las esculturas de Iván Sirimarco de manera que la gente que llegue esa noche con ganas de bailar y pasarla bien tenga espacio y puedan disfrutar las muestras (esculturas con materiales reciclados, fotografías del payaso Pampero, pinturas, tejidos, instrumentos de percusión y macramé) todos esperando con ansias la llegada de Rafaela y Córdoba.
Eran las siete de la tarde y nos veíamos abatidos cuando nos enteramos que el colectivo quizás no llegue al cumple, igual seguíamos limpiando y preparando la cantina para obtener ese preciado “dinerillo” que nos permita salvar los gastos que puedan sucederse en cualquier momento de la vida del multiespacio.
Creo que todavía no eran las ocho cuando Pampa entreabre el portón y con una sonrisa lo abre del todo para que los vientos rafaelinos ingresen y llenen de vida y más color el galpón.
La fiesta arrancó a las 21:30 (siempre aproximadamente) previo inflado de globos, preparado de cantina y demás, como colgar guirnaldas.
La murga llego desde tres cuadras avisando al barrio, ciudad, mundo… que había fiesta, alegría y energía en la esquina de la ciudad sanfrancisqueña. Los vecinos se asomaron, eso estuvo bueno. Todos bailábamos, nuestro corazón latía al ritmo del “feliz cumpleaños” murguero.
Ya adentro nuevamente, los somos viento locales quisimos o intentamos, nuevamente, explicar que hacemos y siempre tratando de dar millones de gracias en cada palabra, por haber estado ahí compartiendo.
La cantina a full, llendo y viniendo, yo ayudo, tu ayudas, el ayuda, ellos ayudan, nosotros ayudamos, vosotros ayudáis, ¡un lío! Pero igual nadie estuvo disconforme con el humilde servicio o por lo menos nadie se quejó je!
Mientras atendía escuchaba la vos de Tito, hijo de María, cantante y luthier viviendo actualmente en las sierras. A continuación Diego, o mejor el payaso Tragadito nos dan un poco de humor junto con la interprete Laly.
Al rato Migue, Flekillo y Agu, amigos de Rafaela, nos regalan algo de punk rock acústico.
Pampa, Pelado, Laura y Gabi nos muestran su número que llevan adelante cada vez que la luz roja del semáforo da la orden para su función.
Amigos luchadores en espacios de resistencia de la ciudad de Córdoba, comparten su experiencia y queda en la mesa una propuesta de reencuentro con Guille “el colectivero” rafaelino.
Mientras tanto en la cantina fluían vinos, fernets, gaseosas, panchos y empanadas. Nos turnábamos desprolíjamente para atender y disfrutar de los artistas, que sorprenderían con una obra de teatro, energética y de altas frases, donde actuaban Melania, Laly y Malen. Por suerte no me la perdí y pude intercambiar ideas con una de ellas, lo cual es el jugo de todo esto.
El contingente rafaelino sube al escenario y cuentan del espacio Estación Esperanza a punto de inaugurar el espacio físico. ¡Que bueno encontrar gente pila!
Pampa aparece con la torta dispuesto a malabarear con ella, algunos que ya lo vimos realizar ese numero nos parecía una idea bastante loca por ser un regalo de Rafaela. Al final, y por suerte, no se arriesgo y fue directo al cuchillo para que sea devorada en minutos. Dejando las ganas de probarla por algunos que atendían la cantina.
Chacarerazos y temas populares con mucha energía y ganas de bailar improvisadamente, cantados por Culi Taborda, Javinoy los hermanos Ochoa.
Al final la danza, donde hubo tambores, punk, Manu Chao y hasta cuartetazos de La Mona, mucha alegría, trencitos, charlas. Todos saltaban, todos reian, por unos momentos nos olvidamos de todo (la cantina, los problemas, la lucha, el horario) solo danzas, miradas de felicidad y amor verdadero.
La noche no terminó, la cantina cerro y la gorra pasó, para que la fiesta continúe un poco más.
Ya rondando las cinco de la mañana los amigos de Rafaela volvían a su ciudad de contramano, dejando un huracán de buena onda y con la promesa de volver a vernos lo más pronto posible.
Charlita a media luz, tangos, despedida de los que quedábamos, la gente de Córdoba se retiraba hasta el domingo y la última luz se apagó, oscureciendo el lugar más iluminado en toda la noche de la ciudad.
Ya de Domingo, choripan bien completitos, finos vinos y gaseosas. Más charlas y juegos y Córdoba se retira cerca de las 17 horas, demostrando que se puede y que hay que seguir adelante trabajando juntos.
¡Gracias vientos de Rafaela y Córdoba por desparramar mas estas hojas!
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