DÉCIMO SEXTO PASO


El locutor que hace los institucionales de la 97.7, FM chilena, es el mismo que hace los institucionales de la sanfrancisqueña Euro Radio. Media mañana de domingo 10 de febrero. Me vuelve a llamar la atención ese detalle radiofónico. Paréntesis: mucho rock y grunge ochentoso y noventoso. Soul de fondo y de frente, la inmensidad del Pacífico, vista desde ventanal de la sede de la junta de vecinos del cerro San Juan de Dios, en Valparaíso. Pelado y Pampa, otra vez en esta ciudad, otra vez en este cerro. Acampando en plena sede. Carpa adentro, por temor a las pulgas. Han vuelto los golondrinos a esta bonita ciudad, corriendo el destino de su brújula, para concretar el proyecto de hacer una revistita con los "chicos malos" de este cerro, de esta pobla. Pero difícilmente lo puedan lograr: un par de días no son suficientes. Han llegado a Valpo el viernes por la tarde. Pero volvamos un poco más atrás, para entender el trayecto. El jueves 7, estos golondrinos todavía en la balnearia El Quisco, veían la posibilidad de partir a Valparaíso.
[c orchete interrupción:
por esta esquina de aquiles ramírez y progreso,
pasa el camioncito que vende gas con el morocho que avisa,
tocando las garrafas -aqui se les llama galones-
a ritmo de samba brasilero.
zarandeo golpeteo percutor]

Jueves de caminata playera con Italo. Piedras inmensas, mar que rompe furioso, marea baja y bandera roja. Italo se encuentra con amigos de Santiago. Los golondrinos marchan el arenal, donde unas pibas a ofrecer revistas. Charla intercambio. Anochece. Entonces Italo, Pelado y Pampa van donde trabaja Andrés: el exclusivo comedor "Caleta Miramar". Y para los argentinos que andan de visita, tres pisco sour para cada uno, más sendas empanadas de calamar y ostión. Después karaoke y el imitador de Sandro, que se acerca a saludar. Pasada la medianoche, caminata por la playa Las Conchitas emprenden los golondrinos, hasta que los pacos arremeten con camionetas y caballos, con esa prepotencia policial que no conoce de fronteras. Se acabó la noche. Corridas y a emprender la vuelta. De camino, pasan Italo y Andrés en camionet. "¿vamos a comer algo?". Un completo y a dormir. El viernes amanece al mediodía, preparativos y tipo tres de la tarde, los golondrinos abordan LaPorteñita que los depositará nuevamente en Valparaíso.
DÉCIMO SÉPTIMO PASO
Media tarde. Los golondrinos, con sus siete bultos a cuestas (dos mochilas grandes, dos mochilas chicas, frazadas, bidón, portafolio), llegan a la esquina de Brasil y Francia. Semáforo. Compartido con malabaristas locales. Marcela*chilenamiga, teléfono mediante nos cuenta que ya dejó Valparaíso; que está en Santiago. Y varias cuadras más allá, Pampa avista a dos amigos de la tierra del sol y el buen vino: la Vero y el Laucha. Abrazos. Este dúo nunca se fue de Valpo, se quedó en el cerro tras el ERCI, trabajando en el montaje de una obra de teatro con niños de la pobla. El sábado a la mañana la presentan. Los golondrinos toman una chela y, entre pito y flauta, llegan a la okupa casa TIAO, donde finalmente pasan la noche. Por la mañana, sábado ya, suben al cerro San Juan de Dios a ver la obra de teatro. Vero y Laucha planifican volver al otro día a Mendoza. La obra sale preciosa. Dos niños sufren pánico escénico, pero todo arriba a buen puerto. Post teatro, con el Carli, mendocino afincado en Chile y su mujer, chilena de Chillán ella, y sus dos niños; almorzamos en la sede de la junta de vecinos. Por la tardecita, golondrinos al semáforo nuevamente. La noche del sábado se dormirá temprano, en la sede también.


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