sábado, enero 27, 2007

Ándele*

1
Como una carretilla de pedruscos
cayéndole en la espalda, vomitándole
su peso insoportable,
así le cae el tiempo a cada despertar.

Se quedó atrás, seguro, ya no puede
equiparar las cosas y los días,
cuando consigue contestar las cartas
y alarga el brazo hacia ese libro o ese disco,
suena el teléfono: a las nueve esta noche,
llegaron compañeros con noticias,
tenés que estar sin falta, viejo,

o es Claudine que reclama su salida o su almohada,
o Roberto con depre, hay que ayudarlo,
o simplemente las camisas sucias
amontonándose en la bañadera
como los diarios, las revistas, y ese

ensayo de Foucault, y la novela
de Erica Jong y esos poemas
de Sigifredo sin hablar de mil
trescientos grosso modo libros discos
y películas,

más el deseo subrepticio de releer Tristram Shandy,
Zama, La vida breve, el Quijote, Sandokán,
y escuchar otra vez todo Mahler o Delius
todo Chopin todo Alban Berg,
y en la cinemateca Metrópolis, King Kong,
La barquera María, La edad de oro -Carajo,

la carretilla de la vida
con carga para cinco décadas, con sed
de viñedos enteros, con amores
que inevitablemente superponen
tres, cinco, siete mundos
que debieran latir consecutivos
y en cambio se combaten simultáneos
en lo que llaman poligamia y que tan sólo
es el miedo a perder tantas ventanas
sobre tantos paisajes, la esperanza
de un horizonte entero-

2
Hablo de mí, cualquiera se da cuenta,
pero llevo ya tiempo (siempre tiempo)
sabiendo que en el mí estás vos también,
y entonces:

No nos alcanza el tiempo,
o nosotros a él,
nos quedamos atrás por correr demasiado,
ya no nos basta el día
para vivir apenas media hora.

3
El futuro se escinde, Maquiavelo:
el más lejano tiene un nombre, muerte,
y el otro, el inmediato, carretilla.

¿Cómo puede vivirse en un presente
apedreado de lejos? No te queda
más que fingir capacidad de aguante:
agenda hora por hora, la memoria
almacenando en marzo los pagarés de junio,
la conferencia prometida,
el viaje a Costa Rica, la planilla de impuestos,
Laura que llega el doce,
un hotel para Ernesto,
no olvidarse de ver al oftalmólogo,
se acabó el detergente,
habrá que reunirse
con los que llegan fugitivos
de Uruguay y Argentina,
darle una mano a esa chiquita
que no conoce a nadie en Amsterdam
buscarle algún laburo a Pedro Sáenz,
escucharle su historia a Paula Flores
que necesita repetir y repetir
cómo acabaron con su hijo en Santa Fe.

Así se te va el hoy
en nombre de mañana o de pasado,
así perdés el centro
en una despiadada excentración
a veces útil, claro,
útil para algún otro, y está bien.

Pero vos, de este lado de tu tiempo,
¿cómo vivís, poeta?,
¿cuánta nafta te queda para el viaje
que querías tan lleno de gaviotas?

4
No se me queje, amigo,
las cosas son así y no hay vuelta.
Métale a este poema tan prosaico
que unos comprenderán y otros tu abuela,
dése al menos el gusto
de la sinceridad y al mismo tiempo
conteste esa llamada, sí, de acuerdo,
el jueves a las cuatro,
de acuerdo, amigo Ariel,
hay que hacer algo por los refugiados.

5
Pero pasa que el tipo es un poeta
y un cronopio a sus horas,
que a cada vuelta de la esquina
te salta encima el tigre azul,
un nuevo laberinto que reclama
ser relato o novela o viaje a Islandia
(ha de ser tan traslúcida la alborada en Islandia,
se dice el pobre punto en un café de barrio).
Le debe cartas necesarias a Ana Svensson,
le debe un cuarto de hora a Eduardo, y un paseo
a Cristina, como el otro
murió debiéndole a Esculapio un gallo,
como Chènier en la guillotina,
tanta vida esperándolo, y el tiempo
de un triángulo de fierro solamente
y ya la nada. Así, el absurdo
de que el deseo se adelante
sin que puedas seguirlo, pies de plomo,
la recurrente pesadilla diurna
del que quiere avanzar y lo detiene
el pegajoso cazamoscas del deber.

la rémora del diario
con las noticias de Santiago mar de sangre,
con la muerte de Paco en la Argentina,
con la muerte de Orlando, con la muerte
y la necesidad de denunciar la muerte
cuando es la sucia negación, cuando se llama
Pinochet y López Rega y Henry Kissinger.
(Escribiremos otro día el poema,
vayamos ahora a la reunión, juntemos unos
pesos,
llegaron compañeros con noticias,
tenés que estar sin falta, viejo.)

6
Vendrán y te dirán (ya mismo, en esta página)
sucio individualista,
tu obligación es darte sin protestas,
escribir para el hoy para el mañana
sin nostalgias de Chaucer o Rig Veda,
sin darle tiempo a Raymond Chandler o Duke
Ellington,
basta de babosadas de pequeñoburgués,
hay que luchar contra la alienación ya mismo,
dejate de pavadas,
elegí entre el trabajo partidario
o cantarle a Gardel.

7
Dirás, ya sé, que es lamentarse al cuete
y tendrás la razón más objetiva.
Pero no es para vos que escribo este prosema,
lo hago pensando en el que arrima el hombro
mientras se acuerda de Rubén Darío
o silba un blues de Big Bill Broonzy.

Así era Roque Dalton, que ojalá
me mirara escribir por sobre el hombro
con su sonrisa pajarera,
sus gestos de cachorro, la segura
bella inseguridad del que ha elegido
guardar la fuerza para la ternura
y tiernamente gobernar su fuerza.
Así era el Che con sus poemas de bolsillo,
su Jack London llenándole el vivac
de buscadores de oro y esquimales,
y eran también así
los muchachos nocturnos que en La Habana
me pidieron hablar, Marcia Laiseca
llevándome en la sombra hasta un balcón
donde dos o tres manos apretaron la mía
y bocas invisibles me dijeron amigo,
cuando allá donde estamos nos dan tregua,
nos hacen bien tus cuentos de cronopios,
nomás queríamos decírtelo, hasta pronto-

8
Esto va derivando hacia otra cosa,
es tiempo de ajustarse el cinturón:
zona de turbulencia.



*Julio Cortázar - Nairobi, 1976
texto publicado en Salvo el Crepúsculo

miércoles, enero 24, 2007

comparTir*TrípTix (*)

Con-partir-me-alcanza
-Roque, con partir me alcanza.
-...con partirte me alcanza, Rusita.
-Siempre el mismo guarango, salí Roque.
-Si te gusta, ¿por qué te negás?
-Andá a cagar, boludo.
-No te chivés, Rusita.
-En serio, ¿qué hacemos Roque? ¿Para dónde vamos?
-No sé, decidí vos.
-A mí, con partir me alcanza.
-Entonces vamos a dormir, Rusita, porque mañana quiero estar tempranito en la ruta.
-Te quiero, Roque.
-Yo más, Rusita.

Campanita
Dalila juega dardos con Sansón. Él apunta al corazón y a la cópula feroz. Ella sólo piensa en cuántos dardos necesitará esa melena para volverse vulnerable. Don Diego abre la puerta y los descubre: su hija Violeta tiene el pene de Ramón besándole la campanita. Un Libro Sagrado reposa sobre la alfombra. Otro hombre ha sido violentado, pero esta vez su melena está intacta.

Compañeros
"Rodrigo / corazón de papel dobladito en dieciséis / Sabrina / labios de goma Dos Banderas lápiz-tinta, uno rojo, el otro azul". David escribe, queriendo inventar metáforas de amor y sólo alcanza cursilerías que mueren queriendo volverse la muchacha ojos de papel de Spinetta. Mariana lo ve frustrado, saca el intento de literatura de la mesa con un manotazo brusco, mira a David a los ojos y con la uña de su dedo índice derecho, traza un deseo y una invitación en la palma de la mano abierta de su compañero de clase.

PABLO RODRÍGUEZ

(*) textos escritos en taller literario HacemosBollitos (www.hacemosbollitos.blogspot.com), a partir de la palabra compartir, como disparador.

martes, enero 16, 2007

figuras breves

"=
un chaparrón me ha disparado una certeza
y una gripe

acepto la gripe y esquivo la certeza
para sobrevivir a la cama

*.
rompimos
olas
fuimos
nos
rompimos
y
fuimos
una sola cosa
con esa escollera
al despertar
ya no estábamos
rotos

una saliva salina
nos había compuesto
vos me mirabas
y yo te recitaba
canciones

/+
A veces te
miro
y me parece
estar viviendo
siempre
dentro de un espejo
A veces te
miro
y siempre
pero siempre siempre
estás posando
como para que te diga
que me gustás

-#
cuadriculado
me siento
más presionado

cuadriculado
me siento
más condicionado

cuadriculado
me siento
más seguro

si me abrazás
me siento
más condicionado

si me abrazás
me siento
más seguro

si me abrazás
me siento
más presionado

tu abrazo
me cuadricula
el mundo


Olegario Gorín Tamarindo

Il Vulcano

1.
¿quién puede delimitar mi verdad?
¿puede alguien?
¿se puede?
¿a quién espero?
¿para qué?
¿para qué me diga qué?
...el primer qué de la pregunta anterior, no lleva tilde.

algo espero / como siempre / queda bien el agnosticismo / pero espero al Mesías
con forma de vulcanotorrentedelavaquetodololava, digo, en este momento.
el diablo tiene uno y mil nombres, una y mil formas.
una canción cursi baja la furia / la transfiere: ahora quiero destrozar la radio.

¿qué es lo que estoy esperando de este Mesías-vulcánico?
¿cómo sabré que ha llegado, que me ha tocado por fin?

como sinrespuestas me levanto esta mañana, llamado por la llama.
¿será que este torrente de palabras cuasiincongruentes es el vulcanotorrentedelavaquetodololava?
¿será que algo debo hacer con todas estas palabras, con todo esto?
¿será ésta la señalmesiánicaquetodololava?
¿y si no lo es?
¿cómo me doy cuenta de ello?
¿o será que debo errar nuevamente?
¿que debo creer [como siempre]
sentir esta euforiaentusiasmoalegríaorgásmica
que acabará diluyéndose luego
en críticas a todo pasado que hoy es presente
todoresponsable de aquél futuro que hoy
[casi]
no me detengo a suponer?

pero en cada acción y en cada letra y en cada golpe de tipeo
está la construcción del recuerdo futuro y escribo sabiéndolo
y escribosigoescribiendo sin embargo
¿cómo es,
entonces?

Il Vulcano
torrente de lava que todo lo lava / signo
menos aún / apenas significante
cosa asociable
able-to-associate
res
siempre antítesis / negatividad
de la antítesis de la antítesis
nunca se toca la tésis,
nunca se llega tampoco, a síntesis alguna
nunca verbo / menos carne / apenas Biblia

las palabras traen ilusiones mesiánicas
llamaradas que nunca son ilvulcanotorrentedelavaquetodololava
las palabras no pasan de ser palabras
no matan la cosa / no la superan / no la hacen

siempre Biblia
nunca llegan a verbo
menos a carne

actúan supongo renovando ilusiones
que demoren la muerte

quizás entonces el mesías nunca viene.

2.
la lava que todo lo lava / que todo te lava
sillas desordenadas entre ratas y platos sucios
y esa no es la peor roña.

búsqueda e insatisfacción.
¿dónde reside la verdadera raíz de la mediocridad?
¿quién es más cagón, el que se mata o el que sigue viviendo?
[¿es todo tan dual?]
¿no te la bancás y te pegás un tiro
o no te bancás pegarte un tiro y te conformás con seguir vivo?
la indecisión es una decisión otra de la que se supone correcta. es un... //////

"existe un transformador / que se consume lo mejor que tenés
te tira atrás / te pide más y más
y llega un punto en que no podés*querés
mama la libertad"
hoy desperté cantando esta canción
c a n c i ó n
torrente de lava que lava / il vulcano
fiebre todoopoderosa limpiaengranajesoxidados
haz algo con esta cabeza telarañada hielotodocongelada
caminar a veces se parece mucho a estarse quieto
moverse / mutar
euforia salva pero fuego detrás
todo siempre parece lo que era antes de
movimiento / mutación
caminata
entonces lavaquetodololava en torrentesvulcanoardientes
¿y entonces?
no hay dósis química que salve,
excepto esa química sin fórmula
ésa que siempre / con cáscara de fenómeno físico
viene a desviar
matríz mística de destino
único
de
boom
a posteriori-en acto-superada toda fase de
pre teoría-durante teoría-arribándose a pos teoría
[masturbatorium estado mental]
se juzgará acto de boom
según condiciones históricoparticulares
de ese presente futuro
sobre estandartes de azúcar.
Y el azúcar presente,
apenas inconsciente construcción
del recuerdo futuro y de diabetes.
Y el vulcano
torrente de lava que todo lo lava
¿cuándo viene?
me siento en el tapialito de la puerta de mi casa
a esperarlo
con un bolsito a mi lado
y Pandolfo cariciarruyándome
¿cómo es que llega?
¿cómo es que lo reconozco en esta zona de planicies?
¿cómo reconozco al vulcano torrente de lava que todo lo lava?
¿llegará con una rosa en el ojal?
Perdón L.a por el choreo de estética escribiente.
el fuego camíname de arribabajo y viceversa
en caminos curvos y en caminos rectos
camíname ese fuego que no es vulcanofuego porque nada lava
es otro fuego
fuego que agujerea
pérdida de alegría in crescendo
que las Curitas no saben curar
y ni siquiera el dentífrico
ni el pepino en rodajas
ni el buen sexo
ni un paño mojado
ni los caramelos de goma
¿para quién escribir esto?
¿tiene línea esto?
Principio y fin, ¿tiene esto?
metavulcanobúsquedascript
¿busco un torrentedelavaquetodomelave
o es acaso una posición políticamente correcta conmigo
para disimular la corrosión creciente?
3.
ventanitas abiertas para que entre la lava en torrentes
no tan abiertas que entra frío
quizás allí / quizás en la histeria
se halla la contrallama / la antítesis perpetua
el desmotivador de Mesías
la lava lava y va
atraviesa campos selvas sin distinción
la lava va y va
¿y el fuego? ¿cómo es el fuego?
¿el fuego es caliente, peludo y suave?
espero a ilvulcano, sentado espero
su torrente de lava
que lave lo que ensucio en mi espera
acumulo dolores e insatisfacciones
burgueso-dolores / de(s)generacionales padeceres adolescentes
hambre de mágia e incoherencias semejantes
una semana más pasa
en mi esperaconstante con forma de vida y moldeada a la rutina
pasan las semanas
pesadas como pasan,
rápido pasan sin embargo
y no me alcanza
la vida también pasa
de a ratos me monto en ella
y ella me monta y todo así
nos deshacemos haciéndonos entregándonos penetrándonos
por todos nuestros orificios abiertos y también
por algunos otros que inventamos
en imposibilidades aisladas
ay, de mí
ay, de mí con la vida cuando nos encontramos
allí, torrentedelavaquetodololava, il vulcano
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
plenitud embrionaria placento-completud
preedipo éxtasis
drógome en tus precipicios que me albergan sin proporcionarme
paredes que me sostengan
apenas vacíos que no me asfixian
ilvulcanotorrentedelavaquetodololava habita mis entrañas
y a eso lo sé y a eso nunca lo negué,
pero es una víbora de fuego que deja llamaradas a su paso
que me queman pero nunca puedo hallarlo / excepto a sus resabios
quiero anticipármele
ilvulcanotorrentedelavaquetodololava
vueltas da por mis adentros
con una antorcha que es él mismo
estimulando mis combustiones
persigue el oxígeno
Oh, torrentedelavaquetodololava
que mis asfixias se vuelvan caldera.-
Olegario Gorín Tamarindo

¿Anomia?

-...A mí me gusta la banda, suena bien.
Pablito me habla y sus palabras, una tras otra se me meten por uno de mis oídos y se topan con un bloque de cera cuando quieren salir por el otro.
Lo miro por sobre mi hombro derecho.
-¿Qué? A mí me gusta -sostiene.
Vuelvo mis ojos a la flaquita que está sentada en una de las banquetas de la barra, esa morochita que se cree y sabe mirada, con su monocromático tatuaje tribal en el hombro izquierdo.
-Es una pendeja -Pablo vuelve a interrumpir mi contemplación-. ¿Qué me mirás así, boludo? No tiene más de 16. Vas a ir en cana, boludo.
El medio vaso de cerveza caliente se va de un sorbo largo a mi cabeza.
-Me voy, Pablito.
-Pará, boludo, que todavía falta una banda.

Salgo del bar, mis bolsillos vaciísimos y más de treinta cuadras para caminar.
-Flaca, ¿vas para el centro?
-No, disculpá
La flaca sube el vidrio y arranca para el centro.

Mi remera está demasiado mojada, me transpiré todo en el primer pogo de la primer banda soporte. Unos amigos del barrio. La banda esta, es medio nuevita y de los ocho temas que tocó, cinco fueron altos covers de Pantera, Sepultura y A.N.I.M.A.L., así que el pogo fue feroz... Ah, y además un pelotudo tropezó con quién sabe quién y me echó encima media jarra de fernet. Casi me olvidaba de ese detalle.

Voy hablando mientras camino y me oigo la garganta irritada en cada fonema que espeto.

Hay un teléfono público a monedas en la esquina, hacia él voy. "No tengo ni un cobre", recuerdo, me digo. Y puteo, desacelero y sigo caminando. La iba a llamar a la Claudia al celular, si no estaba el novio la iba a invitar a culear a casa. Las últimas dos veces me cortó el rostro, pero qué más daría. En fin, nada, sin monedas no hay llamada, esa zorra no te agarra una llamada por cobrar ni por puta.

...

Me prendo un cigarrillo, un medio cigarrillo que encontré en el cenicero entra colillas muertas. Estoy tirado en el colchón mirando el techo. No puedo dormirme, son las 5 y media y no puedo dormirme. Ni siquiera un libro nuevo ni una revista ni nada. Ni siquiera una porno para clavarme una paja con fundamento. Ni siquiera un televisor. Entre mis cds nada me entusiasma, me gustan todos pero esta madrugada, nada me entusiasma entre mis cds.

Me levanto y camino, en mi pieza doy una vuelta, me paro manos en la cintura. Voy al baño, prendo la luz, me miro al espejo, la apago. Voy a la cocina, prendo la hornalla del anafe. "Un cafe", me digo. "Mejor un té", me contradigo. Apago la hornalla y me voy nuevamente a la pieza. Allí está de nuevo el colchón y las sábanas desordenadas y en el piso el medio cigarrillo, ya cuarto de cigarrillo, agonizante.

"¿Será esto lo que llaman anomia?", me pregunto mientras me tiro nuevamente a tratar de dormir. Quizás si cuento ovejitas, no se me haga tan densa esta situación.

Olegario Gorín Tamarindo

renglones angostos: j u e g o s l ú d i c o s e i m p r o v i s a d o s

1.
ese año em-
pezó un junio
del año ante-
rior, entre
nudos confu-
sos en casa de
tus padres.
unos extraños
personajes ron-
daban corrien-
temente las
salas de juego
del centro, pró-
ximos autistas,
vecinos de com-
pulsiva violen-
cia. una guita-
rra, recuerdo.
alguien la toca-
ba bajo un árbol
en una plaza. así
creo que comen-
zó ese año, con
un jóven tocando
una guitarra.
fue en junio, es-
toy seguro, una
siesta de junio,
algo fresca siesta
de junio. el
jóven estaba
de pantalón largo
y sweater ma-
rroncito. su ca-
rita estaba casi
metida en la
guitarra. toca-
ba melodías hip-
nóticas que
se repetían
incesantemente;
chistidos cons-
tantes del jóven
delataban errores
en la ejecución,
que nosotros nun-
ca alcanzamos
a registrar. ese
año comenzó
allí y después
siguió como
suelen seguir
los años en estos
tiempos de absurda
velocidad.

-----

2.
medesco
ncierta
concada
latidoq
uecompa
rtimos¿
porquén
osevaym
edejaso
lolasol
edad?es
toycans
adodees
tematri
monioap
erpetui
dad.ena
lgúnmom
entodee
uforiao
crisisq
uehoyno
recuerd
o,supon
godijes
íquiero
enunalt
arysegu
rodisfr
utédela
rrozyde
laslati
tascolg
andodel
paragol
pesdela
utoyaho
ranopue
dovolve
ratrás.
lasoled
adnomeq
uiereda
reldivo
rcio.¡h
astaque
lamuert
enossep
are!

Olegario Gorín Tamarindo

lunes, enero 15, 2007

T A N G O

***

usted es nostalgia, tango /
el fuelle extendido de ese bandoneón /
es un cigarrillo eterno y una lágrima /
que se demora toda una madrugada /
en llegar a los labios /
que acabarán besando otros labios /
cualquiera /
en la espesura oscura /
donde nos aguantamos las mufas /
señorita usted es un tango /
desde antes de buenos aires /
por supuesto.


Olegario Gorín Tamarindo

***

miércoles, enero 10, 2007


"el mundo está como está por culpa de la certeza,
la guerra y la vanidad comen en la misma mesa"
j.drexler